La cistinosis es un trastorno genético poco común por el cual la constante acumulación celular del aminoácido cistina se eleva a niveles tóxicos, lo que provoca un daño irreversible en tejidos y órganos si no se proporciona tratamiento, inclusive durante poco tiempo.¹⁻²
Determinados orgánulos celulares, los lisosomas, desintegran las proteínas en aminoácidos constituyentes, incluida la cistina, que luego se elimina a través del transportador de la cistina lisosómica, la cistinosina.²⁻⁴ Una disfunción en el transporte de la cistina fuera del lisosoma produce la acumulación de cistina, lo cual permite el diagnóstico de cistinosis. Por consiguiente, la cistinosis se describe como un trastorno en el almacenamiento lisosómico.
Dado que la acumulación de cistina, que ocurre aproximadamente 100 veces más que en los niveles normales, se produce en todos los órganos y tejidos, casi todas las partes del cuerpo tienen un riesgo potencial de sufrir daños después del aumento de la cistina a niveles tóxicos.¹
Las partes del cuerpo comúnmente afectadas incluyen los riñones (habitualmente como el síndrome de Fanconi en niños), los ojos, la boca y la garganta, el hígado, la tiroides y otros órganos.¹⁻²
Las intervenciones para reducir (en forma continua) la cistina de los lisosomas pueden retrasar el avance de la enfermedad y mejorar los resultados a largo plazo.¹
La cistinosis infantil nefropática o clásica constituye aproximadamente el 95% de
los casos de cistinosis, y es la forma más grave de la enfermedad. "Infantil", en este
contexto, describe el momento del comienzo (la mayoría de los adultos, al igual que los niños, con cistinosis sufren la forma nefropática / infantil de la enfermedad).
La forma intermedia se parece a la cistinosis nefropática, y comúnmente comienza en la adolescencia.
La cistinosis ocular no nefropática se caracteriza por la formación de cristales en la córnea y fotofobia.
La cistinosis se produce por la acumulación constante del aminoácido cistina en los lisosomas, que con frecuencia adopta la forma de depósito de cristales debido a la escasa solubilidad de la cistina. Sin tratamiento, la acumulación de cistina alcanzará rápidamente niveles tóxicos y puede producir daños irreversibles en órganos y tejidos.⁸
Dos hipótesis fisiopatológicas confiables de la cistinosis incluyen: a) producción anormal de energía y disminución intracelular asociada del trifosfato de adenosina (ATP), y b) apoptosis, que se vincula a la disfunción de los túbulos renales.¹
El síndrome de Fanconi, una manifestación clínica principal de la cistinosis no tratada, produce una absorción insuficiente de agua, bicarbonato, calcio, glucosa, electrolitos, fosfato y otros componentes esenciales por parte de los túbulos renales. La reducción en los umbrales de la reabsorción de bicarbonato y la consecuente disminución de bicarbonato pueden causar acidosis metabólica, la cual se asocia con la hipovolemia, el retraso en el crecimiento en los niños y la posible mortalidad.⁹ Entre la gran cantidad de otras disfunciones que surgen de la acumulación tóxica de la cistina se incluyen: enfermedad renal terminal, insuficiencia renal, hipotiroidismo, disfunción cardiopulmonar, diabetes, retraso en el crecimiento, atrofia muscular y muerte prematura.⁸
En las personas sanas, la proteína cistinosina funciona como el transportador de cistina lisosómica para sacar la cistina del lisosoma, un orgánulo celular en el que se almacenan aminoácidos, incluida la cistina. Una disfunción del transportador de cistina lisosómica en personas con cistinosis produce una acumulación rápida de la cistina que puede alcanzar niveles tóxicos en cuestión de horas. Si bien otros aminoácidos pueden atravesar la membrana lisosómica por medio de sus respectivos transportadores, en las personas con cistinosis la cistina queda atrapada en el lisosoma. Es por esto que la cistinosis se denomina trastorno del almacenamiento lisosómico.⁸⁻¹⁰
La mejora en la acumulación de cistina depende de la reducción constante de la cistina del lisosoma a fin de retrasar el avance de la enfermedad y de mejorar los resultados clínicos.¹
La cistinosis es una afección permanente y progresiva por la cual se acumulan niveles tóxicos de cistina en cada célula del cuerpo, lo que conduce a la muerte celular y finalmente al daño en los órganos. ¹⁻²
La cistinosis es una enfermedad multiorgánica, que afecta el cuerpo humano a nivel celular. El diagrama muestra algunas de las disfunciones clínicas más comunes asociadas con la cistinosis, desde fotofobia a raquitismo infantil.¹⁻²
La prolongación de la supervivencia gracias al tratamiento médico y al trasplante de riñón ha revelado numerosas manifestaciones de daño en los tejidos y órganos a causa de la cistinosis.
Se ha observado que estas manifestaciones se producen a lo largo de un período más o menos predecible.⁸
La cistinosis es una afección permanente y progresiva por la cual se acumulan niveles tóxicos de cistina en cada célula del cuerpo, lo que conduce a la muerte celular y finalmente al daño en los órganos. ⁸
Además de los efectos físicos, es posible que existan cambios emocionales o intelectuales asociados con la cistinosis, que pueden presentarse solos o combinados y pueden afectar a cada persona de manera diferente.¹⁰
Debido a que la cistinosis es una enfermedad multiorgánica, la gama de especialistas clínicos que se requieren para el tratamiento es amplia y diversa, y es probable que un determinado paciente requiera un tratamiento paralelo de más de un médico a la vez. Sin embargo, la aparición gradual de morbilidades asociadas a lo largo de un período de años —desde la infancia, pasando por la niñez y hasta la adultez— significa que los pacientes interactuarán con diferentes especialistas en diferentes momentos a lo largo de sus vidas.
La cistinosis es una afección genética poco común que, si no se trata, puede producir daños irreversibles en varios órganos y tejidos de todo el cuerpo.
La cistinosis se produce como resultado de un defecto en el almacenamiento lisosómico que produce la acumulación rápida y tóxica del aminoácido cistina.
La cistinosis es una enfermedad multiorgánica que continúa avanzando incluso después del trasplante de riñón.
Sin tratamiento para la cistinosis, la expectativa de vida es de 10 años o menos, pero con tratamiento los pacientes pueden vivir hasta su quinta década.
La reducción constante de la cistina de los lisosomas puede retrasar el avance de la enfermedad y mejorar los resultados médicos.
1. Nesterova G, Gahl WA. Cystinosis: the evolution of a treatable disease. Pediatr Nephrol. 2013;28(1):51-59.
2. Gahl WA, Thoene JG, Schneider JA. Cystinosis. N Engl J Med. 2002;347(2):111-121.
3. Sitio web del Diccionario Médico de Dorland Disponible en: http://www.dorlands.com. Último acceso el 30 de junio de 2013.
4. Wilmer MJ, Emma F, Levtchenko EN. The pathogenesis of cystinosis: mechanisms beyond cystine accumulation. Am J Physiol Renal Physiol. 2010;299(5):F905-F916.
5. Langman CB, Barshop BA, Deschenes G, et al. Controversies and research agenda in nephropathic cystinosis: conclusions from a “Kidney Disease: Improving Global Outcomes” (KDIGO) Controversies Conference. Kidney Int. 2016;89(6):192-203.
6. Cystinosis Research Foundation. About cystinosis. Sitio web de la Cystinosis Research Foundation.
http://www.natalieswish.org/About-Cystinosis. Último acceso el 30 de junio de 2013.
7. Gahl WA, Balog JZ, Kleta R. Nephropathic cystinosis in adults: natural history and effects of oral cysteamine therapy. Ann Intern Med. 2007;147(4):242-250.
8. Levtchenko EN, van Dael CM, de Graaf-Hess AC, et al. Strict cysteamine dose regimen is required to prevent nocturnal cystine accumulation in cystinosis. Pediatr Nephrol. 2006;21:110-113.
9. Nesterova G, Gahl W. Nephropathic cystinosis: late complications of a multisystemic disease. Pediatr Nephrol. 2008;23:863-878.
10. Nesterova G, Gahl WA. Cystinosis Research Network. Infantile Nephropathic Cystinosis Standards of Care. Junio de 2012. Disponible en: https://cystinosis.org/images/whatis/Cystinosis%20Standards%20of%20Care%20June%2019%202012.pdf.
Último acceso el 30 de junio de 2013.